martes, 28 de septiembre de 2010
lunes, 27 de septiembre de 2010
¿Zanahoria, huevo o café?
Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y lo difíciles que le resultaban las cosas. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo:
- "Querida, ¿qué ves?"
-"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta.
La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó:
"¿Qué significa ésto, padre?"
El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
"- ¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
Y tú, ¿cuál de los tres eres?
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo:
- "Querida, ¿qué ves?"
-"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta.
La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó:
"¿Qué significa ésto, padre?"
El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
"- ¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
Y tú, ¿cuál de los tres eres?
"Si lloras por haber perdido el Sol, las lágrimas no te dejaran ver las estrellas"
¡LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO!
lunes, 6 de septiembre de 2010
"El Elefante Atado"
Cuenta una historia, que un día un niño vio como un elefante de un circo, después de la función, era amarrado con una cadena a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Se asombró de que tan portentoso animal no fuera capaz, y de hecho no hiciera el más mínimo esfuerzo por liberarse de aquella pequeña estaca. Decidió preguntarle al hombre del circo el porqué de aquello, a lo que le respondió: “Es muy simple, desde pequeño era amarrado a una estaca como esa y en ese entonces, no era capaz de liberarse, ahora él no sabe que esa estaca es tan poca cosa para él. Lo único que recuerda es que no podía escaparse y por eso ni siquiera lo intenta”.
Cuantas veces nosotros mismos tenemos topes o barreras, con la que chocamos, pues antes en nuestras vidas habían sido piedra de tropiezo para nosotros . A veces no nos hemos dado cuenta de que esas cosas ya no son obstáculo para nosotros, sino que ya hemos crecido lo suficiente para vencerlas , y no lo hacemos solo porque en algún momento nos detuvieron. No seas como el elefante, puedes seguir adelante si tan solo ves la grandeza que han puesto en ti.
viernes, 3 de septiembre de 2010
Enamorada
Al momento de ser realista
Nunca me consideré una especialista
Y sin embargo algo en mí cambió
Sé exactamente cómo sucedió
Mi corazón palpitabaCada vez que ese hombre se me acercabaY con el tiempo me empezó a gustarDebo decir que no me fue tan mal
Cómo de repente todo se ha ordenadoDesde que haz llegado mi vida cambióYa no soy la misma que tú conociste entoncesAhora estoy mucho mejor!Porque me dí cuenta que tuvo sentidoHaber recorrido lo que recorríSi al final de cuentasÉl era mi recompensa...
Que suerte que nunca me fuí
Yo nunca fui muy afortunadaMis anteriores novios no me cuidabanMe maltrataban y me hacían llorarY nadie me venía a consolar
Ahora estoy como locaPensando que voy a comerle la bocaQuiero besarlo hasta sentir dolorY someterlo al más hermoso amor
Cómo de repente todo se ha ordenadoDesde que haz llegado mi vida cambióYa no soy la misma que tú conociste entoncesAhora estoy mucho mejor!Porque me dí cuenta que tuvo sentidoHaber recorrido lo que recorríSi al final de cuentasÉl era mi recompensa...Que suerte que nunca me fui.
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