(8) Vivo gracias a un pequeño sueño, que me coronó como su dueño (8)

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Día de Coelho :)

Debemos escuchar al niño que fuimos un día y que existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de instantes mágicos.



Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desea.
No existe la tragedia, sino lo inevitable. Todo tiene su razón de ser: solo se necesita distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo. ¿Que es lo pasajero? Lo inevitable - ¿Y lo definitivo? Las lecciones de lo inevitable.



Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, 
sino mantenerse sumergido en él.
Nunca desistas de un sueño. 
Sólo trata de ver las señales que te lleven a él.

martes, 21 de diciembre de 2010


Él: Te quiero.
Ella: Demuéstramelo, grítale al mundo que me quieres.
Él: Te quiero.
Ella: Por qué me lo susurras al oído?.
Él: Porque para mi, tu eres mi mundo ♥ :)

jueves, 9 de diciembre de 2010

El maestro narró a sus discípulos el siguiente relato:

- Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra, igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar.

¿Qué piensan ustedes de ese hombre? Preguntó el maestro

- Que es un necio -respondió uno de los discípulos- ¿Para qué cargaba las piedras con que tropezaba?

Dijo el maestro: - Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aun la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo debemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos.

Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro.
Un niño negro contemplaba extasiado al vendedor de globos en la feria del pueblo. El pueblo era pequeño y el vendedor había llegado pocos días atrás, por lo tanto no era una persona conocida....
En pocos días la gente se dio cuenta de que era un excelente vendedor ya que usaba una técnica muy singular que lograba captar la atención de niños y grandes. En un momento soltó un globo rojo y toda la gente, especialmente los potenciales, pequeños clientes, miraron como el globo remontaba vuelo hacia el cielo.
 Luego soltó un globo azul, después uno verde, después uno amarillo, uno blanco...
Todos ellos remontaron vuelo al igual que el globo rojo...
 El niño negro, sin embargo, miraba fijamente sin desviar su atención, un globo negro que aún sostenía el vendedor en su mano.
 Finalmente decidió acercarse y le preguntó al vendedor: Señor, si soltara usted el globo negro. ¿Subiría tan alto como los demás?
 El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro y, mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo: No es el color lo que hace subir, hijo. Es lo que hay dentro.

domingo, 5 de diciembre de 2010


Dime y lo olvido,
Enséñame y lo recuerdo,
INVOLÚCRAME... y lo aprendo

sábado, 4 de diciembre de 2010

                                                            

Cuando te duela mirar hacia atrás 
y te de miedo mirar adelante, 
mira hacia la izquierda o la derecha
y allí estaré, a tu lado.
"Un caballero no tiene memoria... Una señorita no tiene pasado"