(8) Vivo gracias a un pequeño sueño, que me coronó como su dueño (8)

jueves, 7 de abril de 2011

Aprendí y decidí...

Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier otro, decidí triunfar;
decidí no esperar a las oportunidades, sino yo mismo buscarlas;
decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución;
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis;
decidí ver cada noche como un misterio a resolver;
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, 
y que en éstas está la única y mejor forma de superarnos; 
aquel día dejé de temer a perder. 
Y costaba romper la costumbre, pero se pudo.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui;  me dejó de importar quién ganara o perdiera:  ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento:  el amor es una filosofía de vida. Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados  y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente;  aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas...  Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad;  desde aquel día ya no duermo para descansar:  ahora simplemente duermo para soñar. 
Walter Disney